jueves, 3 de septiembre de 2015

El primer gran paso...

La vida empieza tener más sentido cuando te encuentras con gente que busca el mismo destino que tu. A lado de las que te acompañan por un par de paradas y luego se van, la gente que me sigue con la misma loca y excesivamente romántica idea de "cambiar el mundo" son las que valen la pena las heridas que entrega la vida.

Pude haber sido un chico miserable, con una vida superficial que odia, esperando que el día termine lo más rápido posible, pero todo se vuelve excesivamente simple cuando tienes algunos compañeros que buscan escapar de la misma realidad que tu. No que a veces no se ponga difícil, y te desilusiones de lo que puedes ser capaz. Soy culpable de sentir impotencia, querer sucumbir a la presión y buscar el camino más fácil, soy culpable de hacer falsas promesas y romper mi propio corazón ante no poder cumplirlas, pero, ¿La vida termina ahí?

Este sábado empieza la primera verdadera acción del Arca, daremos clases en un pueblo pobre por la ciudad, intentando despertar en chicos y chicas ese sentimiento de curiosidad y maravilla sobre el cual se construyeron los cimientos del conocimiento humano. Una revelación ante el sistema de educación del que tantas veces nos quejamos, el camino siempre estará bloqueado por las ruinas de una sociedad estancada y atrofiada que cree haber averiguado el sentido de la existencia, pero debemos mantener los pies sobre la tierra, aún con la cabeza en el cielo, mirando directamente hacia el horizonte donde nuestros sueños se encuentran con la realidad del mundo.

Que cada paso sea grande, peligroso y bullicioso, que mundo reconozca que hay peces nadando en contra su corriente.

-Sebastián Carcache


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